En España hay como un millar de danzas y bailes regionales distintos. Esta primera entrada sobre los bailes regionales la dedicaremos al Flamenco, que se originó en Andalucía en el siglo XVIII. Es un arte que se presenta tanto en la Música como en el Baile.
En la música el cante y la guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos, como la percusión y acompañamientos como las palmas, que generalmente están presentes en todas las representaciones.
El baile es muy expresivo y cada parte del cuerpo ha de moverse de forma coordinada: Los pies, las piernas, las caderas, el talle, los brazos, las manos, los dedos, los hombros, la cabeza…todo es importante para, sobre todo, transmitir sentimientos.
Se pueden contar más de 50 "Palos" del flamenco. Cada "Palo" tienen su propio ritmo, su propia armonía y, en caso de que sea un palo bailable, cada cual se interpretará con una danza diferente.
Para simplificar, podríamos agrupar los Palos en dos grupos o estilos:
- Flamenco Jondo (=hondo), un estilo serio que expresa sentimientos profundos y con frecuencia trágicos. Destacan la Farruca, el Martinete, la Minera, la Petenera, la Soleá y el Tiento.
- Flamenco Festero es un arte más alegre. Como la misma palabra lo dice, se interpreta en las fiestas y celebraciones en Andalucía. Los temas tratados son alegres, ya sean sobre el amor y los sentimientos, ya sean evocando lugares, fiestas y escenarios flamencos, o incluso a veces cómicos. Ejemplos del Flamenco Festero son: las Sevillanas, la Rumba, los Tanguillos, las Bulerias y las Alegrías.
El Flamenco ha sido declarado Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco.